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Channel: FemDom – Los Mundos de I
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Entre enfermeros anda el juego

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Pfff, pues llevo una semana para contar esto y no sé ni como hacerlo. Creo que es una de las situaciones más morbosas que he vivido en mi vida y a la par la que también no me hace sentir muy bien.

Hace unos días fuí a una fiesta, en esa fiesta imaginé que coincidiría con el enfermero vainillica. Como ya os dije en post anteriores me sigue dando un morbo increible y esto me asustaba un poco. Él llegaría más tarde y desde el minuto 1 estuvo excesivamente cariñoso conmigo, cosa que me agrada muchisimo, mejor así que comportarse como un gilipollas (apunta N ahora que sé que sigues leyendo ;)). Llegó el momento de irnos, se acercó y me preguntó; -venís a tomar algo?. No las tenía todas conmigo pq mi amiga se marchaba y yo quedarme con un grupo de gente donde no conocia a nadie no me apetecía nada. Pero me lié la manta a la cabeza y accedí a ir a tomar algo. Fuimos caminando varias personas por la noche madrileña, que es algo que me apasiona. No sé cómo, terminamos él y yo sólos caminando. Hasta ese momento todo había sido muy correcto, aunque como digo anteriormente desde el minuto 1 percibí su interés, no me daría cuenta de sus intenciones hasta que subimos a su casa un momento y me rozó la tripa con la mano.

Salimos de su casa y fuimos a un garito de copas, me sentí muy agusto ya que él estuvo todo el rato pendiente de mí, integrandome constantemente con el grupo de gente con quien estaba. La conversación era muy interesante y me sentía muy cómoda allí con él hasta que de repente empieza a hablarme del blog.

Bueno meteré un inciso aquí, en un momento de la noche me estaba acariciando la axila y una tia se me acercó y me dijo, cómo te lo pasas tú sola… ahí estaba yo solita tan ensimismada con mi axila.

Me moría de la vergüenza de saber que estaba leyendo todo lo que había puesto, pero seguimos entre risas hablando de “mis cochinadas”. De repente me dijo “I te puedo invitar a una copa” y eso en el código vainilla solo tiene una lectura.

Cerraron el garito y me invitó a tomar la última en su casa, de camino a su casa ya le entré, para qué perder más el tiempo. Paseamos por un parque mientras el relataba cada cosa de mi, es un tunante pq quería hacerme sentir muy bien, y la verdad es que lo consiguió.

Ya en su casa me pidió que me quedara a domir y así hice. Aunque dormir, lo que se dice dormir no dormí nada. Me comió enterita, con ganas, como sabe que me gusta. Facesitting, culito, me lo folle rico rico. Follar con N es una delicia. Conoce muy bien mi cuerpo, como estimularme, como hacerme gozar. Me hubiera molado gozarmela más, pero a las 11 de la mañana tuve que irme corriendo a una reunión familiar. Ahí dejé al enfermero vainillica bien palote y sin haberse corrido ni una vez (hola N!). Como digo salí corriendo y no me dió tiempo ni a ducharme, así que me llevé todos nuestros fluidos puestos.

Ya en la reunión familiar recibo un mensaje de mi enfermero favorito. -Hola I, qué haces? Comemos?

La verdad es que estaba muertita de sueño pero no me gusta dejar tirada a la gente con la que quedo y le dije;

-No he dormido nada, estoy muerta. Anoche de fiesta y luego he tenido reunión familiar, aun estoy con ellos. Pero bueno vente a casa a las 14horas.

Total que me enredé y llegué 15 minutos tarde. Mi enfermero favorito ya me estaba esperando, subiendo el ascensor empezó a besarme y a decirme que le daba mucho morbo con esa ropa que llevaba (al otro enfermero tambien, pq me estuvo relatando todo el modelito que llevaba puesto diciendome q le daba un morbo atroz), abrí la puerta de casa y empezó a bajarme las medias; Oh my dog! me quiere comer el coño y yo estoy sin duchar.

-J espera que me queiro dar una ducha que estoy toda sudada de toda la noche, además en algún baño no había papel, dejame que tome una ducha rápida.

– Ni hablar! mejor toda sudadita, mmm con lo rica que estás.

Así que mi enfermero favorito empezó a comerme el coño de rodillas en mitad del pasillo, yo no podía parar de pensar en el rabo del enfermero vainillica dentro de mi. La verdad es que no podía quitarme de la mente todos esos fluidos en mi y a J lamiendo mi coño como si no hubiera mañana, todo aquello me produjo una excitación extrema, tanto que la humedad me corria por las pantorrillas, J estaba emocionado.

– Madre mía I, hoy si que estás a tope.

Cierto es que fue una situación supermorbosa, pero creo que no me porté bien, aunque insistí en varias ocasiones en pegarme una ducha y no me dejó.



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